Al bajar las temperaturas el consumo eléctrico se dispara tanto en hogares como en empresas, lo cual repercute de manera muy negativa en la factura mensual de electricidad. Para evitar este tipo de subidas, la mejor herramienta es el control de consumo eléctrico.
Resulta increíble pensar que el nivel de consumo eléctrico se haya triplicado desde hace tres décadas. Este desmesurado aumento afecta de forma directa al planeta, por lo que resulta urgente e imprescindible disminuir nuestro consumo habitual en electricidad. Por ello, insistimos en encontrar soluciones como el control de consumo eléctrico.
El control de consumo eléctrico consiste en obtener toda la información sobre el consumo para poder realizar un análisis continuo de este. De esta manera podemos racionalizar el consumo y así optimizar la potencia contratada. Asimismo podremos aprovechar los distintos períodos tarifarios para seleccionar la que más nos sea conveniente y en el caso de las empresas resulta necesario también adaptarse a las necesidades de producción.
Además del control de consumo eléctrico también podemos adoptar medidas de ahorro. Durante esta época en la que escasean las horas de luz, debemos intentar aprovecharlas al máximo, así como apagar todas las luces y aparatos que no estén siendo utilizados. Esto también se aplica a evitar dejar los aparatos electrónicos en modo stand by, ya que aunque no lo parezca, a final de mes se puede apreciar su consumo en la factura de la luz.
Por otra parte, siempre recomendamos el uso de bombillas LED, que consiguen un ahorro considerable en comparación con otros tipos de bombillas. Otro de los grandes gastos durante estos meses, son los que se producen por la calefacción, así que es importante recordar que no debemos superar los 20º grados, ya que un grado más implica un 7% más de consumo eléctrico.
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