La batería de condensadores es un equipo que nos ofrece la posibilidad de ahorrar en la factura de la luz. Esto se consigue gracias a que tiene la capacidad de reducir los recargos generados por la energía reactiva.
La energía reactiva viaja conjuntamente con la energía activa, sin embargo, la energía reactiva no se consume, pero sí que es necesario neutralizarla o compensarla. La energía reactiva aparece detallada en la factura de la luz, puesto que se transporta y genera unos costes para las empresas distribuidoras de energía. Por esto mismo, la instalación de una batería de condensadores es una buena solución para obtener un importante ahorro en electricidad.
Respecto a su uso, a la energía reactiva se la relaciona con cualquier aparato que requiera para su funcionamiento una bobina, tal es el caso de motores, tornos, ascensores, bombas, maquinaria industrial, fluorescentes… Por ello, se recomienda una batería de condensadores para estos tipos de maquinaria, siempre teniendo en cuenta las cargas consumidoras y el tamaño de dichos equipos.
La batería de condensadores logra eliminar las penalizaciones de la energía reactiva. Esto se consigue ajustando el valor de Cos φ, con las consiguientes ventajas de obtener un importante ahorro de energía activa, así como de reducir las pérdidas en kW en equipos como transformadores, generadores, cables y equipos de protección, lo que se traduce en optimizar el rendimiento de la instalación. Asimismo, se consigue prolongar la vida útil de todos los aparatos eléctricos.
También debemos destacar que al realizar la instalación de una batería de condensadores es posible aumentar el consumo de la instalación sin que tengamos que modificar o contratar una mayor potencia. De la misma forma, otra de sus ventajas es que resulta muy improbable que se produzca una caída de tensión, ya que al reducirse la potencia aparente, se reduce también la corriente eficaz por la instalación eléctrica.
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